Tus palabras ya no me hacen sentir nada al traspasar mis oídos, ni amor, ni tristeza, ni angustia, son simple sonido y son tan solo eso, palabras, palabras que salen de tu boca y cosas que no me importan y que nunca me deben de importar, igual que tus estúpidos actos. Malditos oídos los mios en aquellos tiempos cuando te escuchaba como una tonta enamorada y tus palabras traspasaban mi corazón como si fueran la melodía mas bella del mundo, tonta de mi al pensar en que el brillo de tus ojos duraría por siempre. Fuerza he recaudado desde que mi corazón ya no te pertenece, malos momentos pase amándote cuando tu no me amabas, y ya no me hace falta aguantarme lágrimas para mirarte a la cara y dedicarte todo el desprecio del mundo, sinceramente es la sensación mas bella aquella que siento al mirarte y darme cuenta de que ya no te amo.
Antes era yo la que se deshidrataba a lágrimas por la desaparición de tu amor hacia mi, ahora te toca sufrir a ti y me encanta, me encanta que sufras por mi y te des cuenta de lo estúpido que fuiste, aunque en nuestra relación yo también cometí errores, fuiste tu el que cometió la peor estupidez que habrías podido hacer mientras estábamos juntos y por eso y por tu poco cerebro que llega a pensar que te volveré a amar, te desprecio.
Y respecto a las palabras que salgan de mi boca, ya no estarán dirigidas a ti nunca mas, puede que haya sido por el deterioro de tu cerebro desde aquel invierno que yo pase, o puede que sea porque no tengas cerebro simplemente y que tu mente ya no de para mas tonterías, pero mis palabras ahora están dirigidas a otra persona, a una persona increíblemente perfecta de ojos verdes, y tu no te entrometerás para estropearlo todo como siempre, esta vez no, esta vez soy fuerte y no intentes subestimarme porque si ya no estas en mi vida, lo estarás menos aun.
Espero que con tu mínima capacidad para comprender las cosas hayas conseguido asimilar que ya no te quiero en mi vida y que me has perdido para siempre después de haberla cagado muchísimas veces.
Eso es todo, eres imbécil si, pero demasiado.
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