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martes, 1 de febrero de 2011

Hacia frío.
El rugir del mar se oía desde donde estaba y hacia que me fijara solo en eso .
Mis piernas se tambaleaban y temblaban y como cada humano cuando tiene frío, tiritaba .
Mi flequillo , aghs mi flequillo , se ponía delante de mi cara por el viento y no hacia otra cosa que agarrarlo . Pesado.
Las nubes...
Las nubes se habían incendiado. 
Mis ojos se quedaron abiertos como platos en el momento de mirar al cielo.
Tenia ganas de volar y tocarlas . Desde pequeña ese había sido mi sueño , y como es normal, nunca lo había hecho. Al acordarme de dicha cosa mis ojos cambiaron la expresión , de sorprendidos a tristes.

Al fin se había puesto el sol. 
Tenia ganas de volver a casa , pero me daba mucha pereza , me sentía tan bien , tan relajada, taan ... tan tan.
Una vez mas entre muchas, tuve que hacer un gran esfuerzo y levantarme . Estaba claro que no me podía quedar a dormir allí , y menos en las condiciones en las que estaba el tiempo . 
Creo que estaba a punto de llover.
Esa idea de que me callera agua encima no me hacia mucha gracia.
Me eche a caminar .
Las nubes poco a poco se fueron apartando y entre tantas luces de ciudad se lograba ver Orión.
Esa constelación que tantas veces me había acompañado , por la que había visto tantas estrellas fugaces pasar con sueños escondidos en su interior...

Ya simplemente no tenia ganas de llegar a casa , pero no me quedaba otro remedio .
Solté una sonrisa y metí la llave en la puerta .

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